La venta de las propiedades es voluntaria para cada dueño y representa una oportunidad para recuperar el valor de las construcciones y de los terrenos que perdieron o que resultaron siniestrados, ya que la venta se pactará al valor comercial de los inmuebles antes de la erupción del volcán ocurrida el 2 de mayo de 2008. Así, gracias a esta iniciativa impulsada por el Gobierno, las familias afectadas podrán contar con los recursos necesarios para iniciar una nueva etapa en sus vidas.
